martes, 23 de febrero de 2016

Música sacra de la India

El Dhrupada
El sonido es Dios



 En la India se ha valorado en gran medida la espiritualidad. El arte expresa experiencias internas, manifestándolas en la bella y armoniosa forma de la música. Por ello en la India la música tiene una dimensión religiosa. Se la ha considerado un camino para el progreso espiritual, ya que los artistas, al interpretarlas, trascienden los límites de su persona y se convierten en vehículos de la inspiración divina. Tradicionalmente, la música estuvo intrínsecamente ligada a la religión y a la filosofía. Era parte integral del ritual. Según la filosofía india, el objetivo del hombre es alcanzar moksha, la liberación, y la música puede ser un camino para conseguirlo mediante lo que se denomina nadopasana (adoración del sonido). 


En la india hay canciones para cada momento de la vida, para la devoción particular, los ritos de paso, los festivales y la religión popular. La base de la música india es lo que se llama sangita: una combinación de música vocal, música instrumental y baile.
Esto se basa en el concepto de nada-brahma, de que el sonido es Dios. La música surge del Aum, el monosílabo sagrado. Es la vibración cósmica que mantiene unidos el cielo y la tierra. Es el nombre místico de la divinidad, el sonido primigenio, que se emplea al comienzo de las oraciones y de los libros sagrados. Se ha relacionado cada una de las letras componentes con los dioses de la trimurti o trinidad hindú: la A es el nombre del dios Vishnu, la U, del dios Shiva y la M, del dios Brahma.




A: Vishnu, preservado, conservador.
















U: Shiva, destructor.















M : Brahma, creador.

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